Nuestro compañero Álvaro pertenece ya a la tercera generación de familiares de víctimas del franquismo. A su juventud le debemos esta vez el empujón inicial para volver a realizar el homenaje anual y su decisión firme para dar lectura al comunicado de Memoria y Libertad en representación de todos los familiares que compartimos, desde hace más de cinco años, una terrible historia y un afán común de verdad, justicia y reparación.
Álvaro fue la voz de todas y todos, sin distinciones ni exclusiones, haciendo posible que fusiladas y fusilados (y, por supuesto, todas las víctimas del fascismo) pudieran sentirse dignamente recordadas en sus palabras, en sus demandas y en sus agradecimientos.
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