domingo, 24 de abril de 2011

Emilio Silva señalizó el camino apuntando al suelo

Si Mirta Núñez nos dejó la constancia del asesinato de nuestros familiares por el franquismo, Emilio Silva demostró que era posible (y necesario) buscar y saber de los nuestros, ponerles cara, lugar, nombre y recuperar su noble calavera. Este año, no sólo hemos contado con sus experimentadas palabras, sino también con su inestimable ayuda para facilitar otras colaboraciones y poder disponer a los pies de la tapia la reproducción de la fosa de La Andaya (Burgos), para saber de ella y de los trabajos de exhumación, al mismo tiempo que lanzar una pregunta al aire (ya que las autoridades la esquivan) de dónde están nuestros familiares fusilados en Madrid.
Es de agradecer, Emilio. Muchas gracias.
 

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