Desde Pajares de Adaja, en Ávila, acudió esta gran familia, que además tuvo que madrugar para dejar resueltas las labores diarias y poder aportarnos puntualmente sus canciones y el equipo de sonido.
Fuencisla (y el amigo Fausto que se los presentó un día) saben que lo suyo es la música, cantar y acompañarse con las voces. También saben de su compromiso con la memoria histórica, con las víctimas del franquismo como también se recuerdan en su pueblo.
Todos los jueves, después de recorrer un centenar de kilómetros de ida y esperar la vuelta, acuden a la concentración de la Puerta del Sol para, además de reclamar verdad, justicia y reparación, encargarse del sonido, del altavoz de nuestras reivindicaciones. Sus aportaciones y discreción, siempre en un segundo plano, les hace aún más merecedores de nuestro agradecimiento. Como bien dice Fuen, pusieron corazón, música y todo el cariño.
Muchas gracias, familia.
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